Aparece en muchas recetas en dosis muy pequeñas pero no explican muy bien cuál es su función. Vamos a descubrir qué es y qué nos aporta el Lactato de Sodio a nuestro jabón.
Se trata de un ingrediente natural derivado de la extracción del azúcar de diversas verduras como la remolacha, por lo que podemos utilizarlo sin miedo en nuestros jabones y cremas.
¿Qué aporta al jabón?
Es un buen antioxidante, estabilizante, antibacteriano y humectante.
Podemos utilizarlo tanto para jabón en frío como para jabón en caliente. En el caso del jabón en frío nos ayudará a aumentar la dureza del jabón y a reducir el tiempo de curado. En el caso del proceso en caliente, nos ayudará a tener una traza más liquida y fácil de manejar.
Ten en cuenta que es un gran humectante, de hecho su capacidad para retener el líquido en la piel solo la supera el ácido hialurónico. Por esta razón se utiliza mucho en cosmética para elaborar cremas muy hidratantes y menos grasas. Se utiliza para mejorar la absorción y reducir la grasa de las emulsiones.
¿CÓMO SE UTILIZA?
Siempre sigue las indicaciones del vendedor ya que puede estar diluido o no tener el mismo porcentaje del que usaron en la receta que vas a probar.
Por lo general para jabones en frío se recomienda utilizar como mucho hasta el 3% del peso del aceite.
Al ser un material hidrosoluble deberemos disolverlo con el agua y la sosa para poder usarlo.
