A la hora de hacer jabón casero podemos crearlo de dos tipos, el jabón hecho con aceite y el jabón hecho con glicerina. La diferencia radica en los ingredientes utilizados y en el método de elaboración, produciendo jabones más industriales o más naturales.
El jabón de aceite
Los jabones que conocemos como jabón natural están elaborados con aceites. Para hacer este tipo de jabones se necesita 3 ingredientes principales: aceite o manteca, sosa y agua. El jabón de aceite necesita saponificarse y consumir toda la sosa por lo que no se puede utilizar de inmediato y es necesario esperar un tiempo hasta que el PH se reduzca.
Este tipo de elaboración requiere de más experiencia y conocimiento que el jabón de glicerina para poder elaborar unas fórmulas adecuadas y así saber las cantidades exactas con las que trabajar.
La principal ventaja de realizar el jabón de aceite es, además de utilizar el método tradicional, el poder escoger los ingredientes y así crear un jabón a medida de lo que queremos. Podemos escoger qué aceites utilizamos para aprovechar las diferentes cualidades que poseen. También podemos añadir diferentes aditivos que darán un valor añadido al jabón. Realmente, la imaginación es el límite en este tipo de jabones.
Curiosamente cualquier jabón realizado a partir de la reacción entre grasas, agua y sosa produce algo de glicerina, por lo que el jabón de aceite contiene glicerina suficiente como para ser hidratante y suave.
El jabón de glicerina
Este tipo de jabón se hace normalmente utilizando una base de jabón de glicerina. Esta base ya viene hecha y lista para usarse mediante la técnica del fundido, melt & pour, por lo que son muy cómodas. Solo es necesario cortar la base en trozos muy pequeños, fundirlos en el microondas o al baño maría y añadir el color y aroma que queramos. Una vez se seca está listo para usarse.
Una de sus principales ventajas es que se pueden hacer diseños con transparencia de forma sencilla. Su mayor problema es que no es completamente natural sino que las bases de glicerina suelen contener otros compuestos detergentes sintéticos.
Este es el tipo de jabones industriales más habituales ya que su elaboración es sencilla y barata. Hay que tener en cuenta que suele ser una mezcla de jabón natural, un surfactante o detergente sintético, agua y un extra de glicerina. Muchos de sus ingredientes son derivados del petróleo o completamente industriales.