Es fácil confundir un aceite esencial de una esencia cuando nos iniciamos en el mundo de la cosmética natural o elaboración de jabones. Para diferenciarlos debemos conocer qué es cada uno y sus ventajas o inconvenientes.
¿Qué es un aceite esencial?
Un aceite esencial se obtiene a través de la destilación de la planta con vapor o por estrujamiento. Se trata de un compuesto aromático natural que conserva muchas las propiedades de la planta. Suele hacerse a partir de flores, plantas, raíces, cortezas o cáscaras. Es un ingrediente completamente natural que además de aportar un buen olor, tiene sus propias propiedades.
Debido a lo difícil que es extraerlo, su precio suele ser elevado. Podríamos elaborarla en casa si tenemos un alambique, pero su proceso de obtención es bastante complejo y se consigue muy poca cantidad en comparación con la cantidad de planta requerida.
En jabones podemos utilizar hasta un 5% de aceite esencial.
¿Qué es una esencia aromática?
Una esencia aromática es un tipo de perfume, por lo que no es una sustancia natural aunque está aprobada como ingrediente en la formulación de productos naturales. No tiene ninguna función ni propiedad salvo su olor.
Podemos encontrar esencias aromáticas de prácticamente todo lo que podamos imaginar. Las más comunes son chocolate, café, fresa, plátano, etc. Un pequeño truco para saber si es una esencia y no un aceite esencial es: si se trata de algo “comestible”, es una esencia.
Una de sus principales ventajas además del precio es la persistencia del aroma.
Hay que tener cuidado con las esencias pues pueden tener un alto contenido en alcohol, lo que puede afectar a nuestra receta. Por ejemplo, una causa común de que el jabón se endurezca o la traza se corte es la mala calidad de las esencias.
¡Cuidado! Solo debemos utilizar esencias aromáticas de uso cosmético. Las esencias que se venden para quemadores o para casa no son aptas para la piel.
¡Cuidado! Hay algunas esencias que son solo solubles en agua, hidrosolubles. Asegúrate de que son solubles en aceite si quieres utilizarla en tu jabón o crema antes de comprarla.
En jabones podemos utilizar hasta un 3% de esencia aromática o fragancia.
Entonces… ¿cuál utilizo?
Por ejemplo, si hacemos un jabón de lavanda podríamos usar tanto aceite esencial como esencia y ambos olerían a lavanda. Sin embargo el que lleva aceite esencial mantendría todas las propiedades de la lavanda (relajante, anti-inflamatorio, etc), mientras que el que lleva esencia tendría un olor más duradero.
Los aceites esenciales son los más recomendables pues no afectan a nuestro producto final, huelen bien y encima podemos aprovecharnos de sus propiedades. Sin embargo hay aromas que solo podemos conseguir con esencias y es más económico. Pero, ¿y si los combinamos? Podemos utilizar ambos ingredientes para nuestros productos sin problema.
